49º Grupo de Trabajo del EPU: Hechos destacados
Del 28 de abril al 9 de mayo, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas acogió la 49º sesión del Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal (EPU).
Los 14 Estados examinados durante esta sesión fueron Armenia, Granada, Guinea, Guinea-Bisáu, Guyana, Kenia, Kiribati, Kuwait, Kirguistán, Lesoto, la República Democrática Popular Lao, España, Suecia y Türkiye.
Durante la sesión, los Estados miembros de la ONU presentaron un total de 3.720 recomendaciones. Las recomendaciones más frecuentes se centraron en la protección de los derechos de las mujeres, de los niños y de los migrantes, el derecho a la educación, las libertades civiles, la violencia de género, la ratificación de instrumentos internacionales, la abolición de la pena de muerte y la tortura, así como la creación o el funcionamiento de una institución nacional de derechos humanos (INDH).
Por término medio, los Estados recibieron 266 recomendaciones. Entre los Estados con mayor número de recomendaciones se encuentran Kenia (339) y Türkiye (334). Diez de los catorce países han decidido posponer su posición sobre las recomendaciones recibidas, lo cual es una buena práctica que permite llevar a cabo consultas nacionales.

Más abajo encontrará información detallada por países.
Buenas prácticas
El proceso del EPU promueve un diálogo abierto y honesto entre pares para supervisar y mejorar las condiciones de los derechos humanos en todo el mundo. Dado que el EPU también sirve de plataforma para el intercambio de buenas prácticas entre los Estados, UPR Info ha destacado tres iniciativas de los Estados examinados, entre otras, que podrían inspirar a otros Estados miembros de la ONU.
España
En 2023, España presentó un informe intermedio detallando la implementación de las recomendaciones aceptadas durante su EPU anterior, y que contribuyó a la preparación de su informe nacional. El informe nacional incluía una tabla resumen (Anexo 1) que indicaba el grado de implementación de las recomendaciones en 2020, así como su alineación con los ODS de la Agenda 2030. Para preparar este informe, España estableció un proceso de coordinación interministerial en el que participaron los ministerios pertinentes, el Defensor del Pueblo y la sociedad civil. Del 6 de septiembre al 1 de octubre de 2024 se celebró una consulta formal con organizaciones de la sociedad civil, seguida de la presentación del borrador del informe en diciembre para que las partes interesadas pudieran aportar sus comentarios y opiniones.
Kenia
Kenia destacó por el desarrollo de un plan de implementación 2021 - 2025, que agrupaba las recomendaciones por áreas temáticas. Este plan detallaba las tareas que debían realizarse, los indicadores de seguimiento, los actores responsables y los plazos de aplicación. La coordinación de este proceso fue supervisada por el Comité Nacional de Obligaciones Internacionales y Regionales en materia de Derechos Humanos, un órgano permanente encargado de informar. Este comité incluye a representantes de los ministerios pertinentes, las instituciones nacionales de derechos humanos y el Ministerio de Planificación Económica, garantizando la alineación con los ODS. El informe nacional se preparó mediante un proceso de consulta inclusivo en el que participaron el Parlamento, el poder judicial, los gobiernos de los condados, los ministerios, la sociedad civil y socios técnicos como la OACDH, el PNUD y ONG especializadas en derechos humanos.
Lesoto
El Mecanismo Nacional de Presentación de Informes y Seguimiento (NMRF) de Lesoto, coordinado por el Servicio de Derechos Humanos del Ministerio de Derecho y Justicia, dirigió la preparación de varios informes relativos a tratados internacionales clave de derechos humanos (CEDAW, CRC, CRPD y CMW). El mandato del NMRF permite la cooptación de otras partes interesadas en función del informe que se esté preparando. Un subcomité del Mecanismo se encarga de redactar el informe intermedio, bajo la dirección de la Secretaría. Sin embargo, la delegación señaló que el funcionamiento del Mecanismo se enfrenta a retos institucionales, como la falta de compromiso de algunos miembros y su no rotación, lo que dificulta el progreso y la finalización a tiempo de los informes de los Estados Parte. Para mejorar su eficacia, se consideró necesario ofrecer más oportunidades de formación.